sábado, 31 de marzo de 2012

BREVES LECCIONES DE POLÍTICA


BREVES LECCIONES DE POLÍTICA

Argüía Aristóteles que la política es la conjunción del arte y la ciencia puesta al servicio de la humanidad y fue él mismo quien sostuvo que el hombre es un ser político —zoon politikon— cuyo único fin no es vivir, sino vivir bien; y Duarte, aquí en nuestro patrio lar, argumentó que la política, después de la filosofía, es la única ciencia digna de ocupar las inteligencias nobles; en tanto que, muchísimo antes de nuestro querido patricio, ya Platón había dicho: Hasta que los filósofos se encarguen del gobierno o los que gobiernan se conviertan en filósofos, de modo que el gobierno y la filosofía estén unidos, no podrá ponerse fin a la miseria de los Estados; y, antes y después de ellos, miles de pensadores han demostrado que tal actividad —la política— es la única ciencia de administración del Estado que, aún hoy en día, se conoce, pero el pueblo dominicano no parece colegir que aquello de que sólo el pueblo salva al pueblo es irrefutablemente cierto; por tal razón sigue colocando ineptos, corruptos y prevaricadores comprometidos con la oligarquía a conducir la nave del Estado; por eso sigue otorgando la rienda de la nación a politiqueros oportunistas que se aprovechan de sus puestos para instaurar en torno a ellos ingentes cohortes de aduladores profesionales que organizan cultos de estilos religiosos a sus respectivas personalidades. Por tales razones leemos en el libro Trujillo y yo —las memorias del nefasto Johnny W. Abbes García— lo que, según tal matón, le dijo el Tirano: Referente a esto —la adulación— Trujillo me dijo: «Yo quise ser dictador por cuatro años para arreglar este país, pero estos vagabundos políticos me han sustentado ya por 31 años y el pueblo se ha hecho cómplice de ellos.»
Aquí me gustaría advertirle al pueblo dominicano que así, tal y como sostuvo José Martí, resulta ser aún: Gobiernan los malos cuando los buenos son indiferentes; en tal virtud, como entes sociales que somos, debemos hacer nuestro aquello que dijo Lenin: Si tú no te metes con la política, la política terminará metiéndose contigo y con tu familia; también le recordaré, que debemos tener muy en cuenta lo dicho por Edmund Burke: Lo único que debemos hacer para que el mal triunfe sobre el bien es: no hacer nada.
La política, dominicanas y dominicanos, es un asunto tuyo, mío, de éste y de aquél, en fin, de nosotros todos; pues así, tal y como dijo Epicteto, es y seguirá siendo: El hombre sabio no debe abstenerse de participar en el gobierno del Estado, pues es un delito renunciar a ser útil a los necesitados y una cobardía ceder el paso a los indignos.
En cuanto a mí se refiere, sigo pensando como pensaba Thomas W. Wilson, pues, al igual que él: Yo  concibo la política como la ciencia del progreso ordenado de la sociedad y, muy lamentablemente eso no es lo que tenemos aquí... por eso sigo creyendo que, políticamente hablando, este país debería tomar un sendero mucho más sano, es decir, mucho menos corrompido, por tanto, debe ya de dejar de elegir entre el malo y el menos malo... ¡Basta ya, creemos un verdadero país, en el cual prime una democracia real sustentada sobre un verídico estado de derecho…!
Autor: Rodolfo Cuevas©: 21/08/2009;
todos los derechos reservados, Ley 65-00.                                                            


jueves, 15 de marzo de 2012

INCINERANDO-NOS



INCINERANDO-NOS
Quiero poder penetrar en ti,
pero muy dentro de ti;
y allí, ya surto entre
las tiernas profundidades
de tus cálidas hondonadas,
ser sinceramente tuyo,
pero muy absolutamente tuyo…
Quiero poder navegar en ti,
pero muy dentro de tu ser,
hasta verme naufragar
—si es posible para siempre—
en el telúrico estremecimiento
de tus corporales atributos de mujer…
Quiero apropiarme de tu amor,
pero hacerlo con sublimante candor;
y, al verme así, ungido como el dueño
absoluto de tu fascinante tesoro,
hacerte arder en mi fuego, aunque 
yo también me incinere en tu calor…
En conclusión, quiero quemarme
en tu fuego y, a la vez, abrasarte
entre las llamas de mi varonil ardor…


Autor: Rodolfo Cuevas©: 14/03/2012;
todos los derechos reservados, ley 65-00.

jueves, 1 de marzo de 2012

EL SUBLIME ARTE DE PENSAR


EL SUBLIME ARTE DE PENSAR
El anciano Rou, quien, procedente del consultorio tribal en que ejercía como shamán, acababa de arribar al humilde bohío que compartía con uno de sus nietos, descubrió a éste cuasi enmarcado en el umbral de la ventana y como ensimismado en las más hondas cavilaciones.
—¿Qué haces allí, tan absorto, Fito? —preguntó el viejo.
—Pienso, abuelo, tan sólo pienso —contestó el sorprendido joven.
—¡Oh, qué bien! —refutó el anciano—. Estás, entonces, ejerciendo la mayor labor y, por tanto, la más sublime de las artes.
—¿Cómo va a ser, abuelo? ¿Según tú, el pensar es el mayor trabajo y la más sublime de las artes? —inquirió, con evidente sarcasmo, el irreverente muchacho.
—Sí, así mismo es, mi querido Fito; ya que, de él, nacen las más grandes ideas y, basado en él, se erigen los más extraordinarios proyecto que existen en el mundo —se esforzó por demostrar el anciano.
—¡Ah, bueno! Pues, entonces, de hoy en adelante, dedicaré todo mi tiempo “al sublime arte de pensar” —ironizó el joven, en tanto que entrecomillaba los dedos en el aire—. Así, ya, nunca jamás tendré preocupaciones.
¡Muuuyyy biiieeen! —Exclamó emocionado el anciano Rou, para luego puntualizar seriamente—: Sí te advertiré algo, Fito, y es que de lo único que tendrás que preocuparte siempre es de pensar bien y actuar en consecuencia.
Autor: Rodolfo Cuevas©: 09/12/2011;
todos los derechos reservados, ley 65-00.